Un talismán es un objeto físico, que por los materiales que está compuesto y las figuras y caracteres que tienen grabados, se convierte en un receptor más o menos ideal de ciertas fuerzas psíquicas. Los nombres divinos y angélicos usados durante su consagración autorizan y consagran su creación y uso respectivamente.
Por esto mismo son efectivos los talismanes. Es esta cadena de mando desde el Mundo Divino (nombres divinos), pasando por el Intelectual (nombres angélicos), el Celestial (Influencias planetarias o estelares que atrae) hasta el Elemental (el talismán en sí), crean una secuencia de influencias divinas, espirituales, psíquicas y elementales que convierten al talismán en el condensador de una idea particular y específica.
Es por que atraen principalmente fuerzas psíquicas (i.e. planetarias, estelares o zodiacales) que han de ser creados y consagrados en momentos específicos y no como algunos (por suerte no todos) magos modernos dicen, para enfocar nuestra voluntad. Si todas esas preparaciones fueran simplemente para fortalecer y enfocar nuestra voluntad el talismán sería más efectivo si estuviera hecho de los materiales más caros que pudieramos comprar, grabados con la mejor obra que pudieramos hacer y creados durante, quizá, una noche que decidieramos no dormir y dedicar a su creación. Sin embargo, los talismanes deben ser hechos en momentos específicos y con materiales específicos, pues son condensadores de energías psíquicas particulares externas a nosotros. La voluntad que pongamos en ellos es importante, pero no es el elemento fundamental del talismán.
En síntesis, un talismán manifiesta materialmente las fuerzas psíquicas que fue destinado a atraer durante su creación. La autoridad espiritual para hacer esto, nos/le es dada durante su consagración.
Trismegistus Designs!?
Hace 6 años