lunes, 22 de noviembre de 2010

La Señal De La Cruz

La señal de la Cruz, que la mayoría de los católicos realizan de manera automática, posee, cuando se ha profundizado y realizado su significado, una virtud muy superior a los que la mayoría de ellos supone. En su uso ritual, la señal de la cruz es principalmente un gesto de apertura cierre. Su afirmación de la Trinidad como Unidad y Principio de donde todo sale y a donde todo vuelve le otorgan este caracter. Sin embargo, el simbolismo cabalístico y las posibilidades Crísticas que esconde son ampliamente ignoradas.

La señal de la Cruz, primitivamente realizada por todos los cristianos como hoy la realizan los ortodoxos, de arriba a abajo y de derecha a izquierda, supone, cuando se le superpone la doxología del Pater, un simbolismo cabalístico interesantísimo y muy relacionado con las palabras del Redentor sobre la ubicación interna del Reino de los Cielos.

La doxología superpuesta a la Cruz, quedaría entonces así dividida: Tuyo es, el Reino, el Poder, y la Gloria, Por los siglos de los siglos, Amén. Tuyo es, queda entonces en plena relación con Kether, la corona, que representa a la Divinidad en su primer aspecto manifestado, como Ser puro. El Poder y la Gloria, que representan a Gevurah y Chesed, los aspectos Severo y Misericordioso de Dios respectivamente se equilibran en Tipheret, Belleza o Armonía, localizado en el Corazón.

El porqué se ubica allí el Reino, Maljut, y no más abajo, corresponde evidentemente del Reino Material o Mundo Sublunar, sino del Reino de los Cielos, el Centro del Mundo, que esta dentro de nosotros, en nuestro propio Centro, el Corazón.

Así, al comenzar y terminar cualquier acción, sea oración, meditación, operación teúrgica o nuestra labor cotidiana, con la señal de la Cruz, la estamos dedicando a Dios y al Reino de los Cielos y la segunda venida de Cristo que se realizarán concretamente en nosotros, cuando alcanzemos nuestro Centro, nuesto Corazón y nos demos cuenta que allí es donde el Salvador reside.

martes, 16 de noviembre de 2010

Por Qué Cambié La Magia Moderna Por La Magia Tradicional

Ultimamente he estado tratando de desprenderme del bagaje tanto teórico como práctico, de la magia pos Golden Dawn y tratando de retornar a un estilo de magia más tradicional, más pre Golden Dawn si se quiere. Por qué?

Porque me di cuenta que la teurgia moderna sigue más o menos la siguiente fórmula: desarolla tu ser interior y en algún momento alcanzarás a la divinidad y a la liberación.

En cambio la teurgia antigua podría decir: desarrolla tu ser interior, pero no dejes de orar para que la Divinidad te alcanze y llegues a la liberación por su Gracia.

Es decir, la teurgia moderna si bien insiste con la invocación y el "Inflámate en la plegaria", sólo lo hace de manera externa. No hay una verdadera tradición de devoción, plegaria, entrega. Es como si no hubiera un lugar para Meister Eckhart en nuestras bibliotecas modernas. Siguiendo la misma linea, debe decirse que la magia moderna se ha vuelto una magia secular, si es que eso es posible. En pos del conocimiento mágico, se deja de lado el aspecto religioso exotérico, y algunos hasta lo combaten, cuando eso no es normal, ni deseable ni realmente posible. Necesariamente, lo más debe comprender a lo menos y no se puede llegar a los sentidos internos si se eliminan los vehículos externos que nos permiten aprehenderlos.

Llegué a esta conclusión leyendo muchos rituales martinistas y releyendo la mayoría de los grimorios clásicos. La insistencia en la oración, la dedicación de las obras (por mínimas que sean) a Dios, la purificación, y el camino del corazón, son casi conmovedoras, son una muestra hermosa de que en verdad en Él somos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

En cuanto a la taumaturgia, encuentro mucho más válido e interesante el modelo espiritual y la concepción neoplatónica del mundo, que el modelo psicológico y la concepción racionalista moderna. Esto es debido a que si aceptamos el modelo psicológico estaríamos invalidando casi todos los campos de aplicación de la taumaturgia. Por ejemplo, la invocación podría reemplazarse por las afirmaciones que son mucho más fáciles de internalizar y requieren de menos tiempo y devoción para realizarse. La evocación, también sería totalmente descartada, pues si los espíritus son solamente arquetipos internos, es mucho menos riesgoso lidiar con ellos en el diván que en el círculo mágico. Además, si las entidades llamadas, tanto por invocación como por evocación pertenecen solamente a nuestra mente, no podrían proveernos de información externa a nosotros. Se podría alegar que nos dan información no acccesible en nuestro modo habitual de consciencia, pero entonces podría resolverse el asunto por medio de la meditación y la proyección astral, invalidando la invocación y la evocación. Pero sabemos que no es así, que son entidades objetivas. Que las subjetivizamos para que entren en nuestra esfera de percepción, no cabe duda, pero ese es asunto nuestro y no de ellos.

Más allá de sus grandes (y no tanto) contribuciones al campo de la Magia Ritual, esta visión psicologista falsa y omnipresente se debe principalmente a Regardie y Fortune, qué, siendo ambos psicólogos, psicologizaron la Magia. Siendo yo mismo un estudiante de psicología, creo firmemente que lo correcto sería tomar la dirección contraria. Dejemos de psicologizar las doctrinas tradicionales y empezemos a llevar de vuelta a la tradición a la psicología.

En conclusión, esos son los motivos, en ambos campos de la praxis mágica, que me llevaron hasta la magia tradicional y al abandono de la magia moderna