jueves, 12 de mayo de 2011

Sobre Ridiculeces Y Medicina China

Una de las actitudes más molestas de las personas que en el presente estado de cosas han abrazado esa "espiritualidad al revés" que se hace cada vez más fuerte, puede contarse a un sinfin de entusiastas de las terapias alternativas. No hay nada necesariamente malo con las terapias alternativas, de hecho muchas de ellas son terapias totalmente tradicionales, aunque como con todo hay que saber separar el trigo de la cizaña. Lo verdaderamente molesto es la actitud de estas personas que en definitiva, adoptan las más de las veces estas terapias por simple moda, por un aberrante gusto por lo exótico, que tiene su raiz en afecciones meramente estéticas y no en una verdadera reflexión sobre el valor de las técnicas tradicionales sobre la medicina alopática.

La medicina moderna posee numerosas fallas, tanto doctrinales como de método. Obviando el evidente hecho que, al ser una ciencia moderna, es de corte positivista y materialista y por tanto ni si quiera admite  los vehículos no groseros del ser humano y por tanto sus métodos atacan siempre al síntoma y no a la raíz del problema, puede señalarse como principales errores el recurso a compuestos sintéticos de manera primaria, obviando compuestos más naturales y por tanto más asimilables a nuestro sistema y la metodología terriblemente invasiva que utiliza para diagnosticar y tratar a los pacientes; domados por la costumbre no vemos que los "estudios de rutina" tales como los análisis de sangre, son terriblemente invasivos para el cuerpo.

Dicho esto, y posicianandonós a favor de ciertas terapias alternativas, que verdaderamente deberían llamarse tradicionales, puesto que algunas se remontan a miles de años en el pasado, mientras que la medicina alopática no aparece como tal hasta la poco luminosa Edad de las Luces, por tanto, más allá del acostumbramiento que se nos ha impuesto, lo verdaderamente "común" es lo que hoy se llama alternativo y viceversa; volvemos al tema de las terapias alternativas y sus seguidores.

Los seguidores de estas terapias, y eso es lo que los hace molestos, abrazan sin dudarlo mucho, cosas como la acupuntura, la medicina tradicional china, el reiki y demás cuando al mismo tiempo, descartan por superchería los métodos medicinales tradicionales de Occidente. Esto demuestra el estado intelectual de estas gentes, pues las técnicas extremo orientales tan en boga hoy día en occidente siguen, en esencia, la misma base doctrinal que las terapias que los Occidentales descartan por ser "superstición superada." Eso indica que las adoptan por moda, por hacer como los demas (comportamiento propio de un çudra) o por un gusto por lo exótico (el mismo gusto que bajo pretensiones de caracter meramente estético pretende que el arte moderno es arte) que demuestra un estado de confusión mental y un desconocimiento de su propia tradición preocupantes.

Por otro lado, estas terapias pertenecen en su mayoría a tradiciones extremo orientales y están por tanto adaptadas a personas cuya constitución, tanto física como sutil, que no es la nuestra, quitándoles efectividad cuando no volviéndolas lisa y llanamente peligrosas para los Occidentales de hoy día.

Resta hacer una última aclaración con respecto a las terapias alternativas, como dijimos al comienzo, no todas son de corte tradicional, pero algunas de las terapias modernas, como la aromaterapia o la cromoterapia, son en efecto versiones nuevas y de terapias usadas en otros tiempos. Dada la diferencia doctrinal que poseen con las verdaderas terapias antiguas no pueden considerarse una continuación o desviación de estas ni tampoco podrían readaptarse a las terapias tradicionales, sin embargo con un poco de esfuerzo, podrían despertar el interés en las doctrinas y métodos tradicionales que superficialmente se le parecen.

Bendiciones en Cristo y María,
Senko

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