jueves, 17 de mayo de 2012

La Ilusión de la Conectividad

La ilusión de la conectividad


En "El reino de la cantidad", René guenón dice que el materialismo ya ha cumplido su rol de solidificación del mundo, cerrándolo a las influencias de la voluntad del Cielo. Y que ahora es tiempo de  que las fuerzas más inferiores, propiamente diabólicas, lleven a cabo una acción disolvente que nos lleve a la disolución final. No debemos tildarlo de profecía ni nada semejante, pero recordemos que Guenón escribió esas líneas mucho antes de que apareciera siquiera la computadora personal. Charles Upton supo retomar esta advertencia y en su libro "El sistema del anticristo" nos describe magistralmente a Internet como una potencia infrareal que abre las puertas a toda clase de influencias djinnicas, por eso quizá sea bueno remarcar lo que damos en llamar la "ilusión de la conectividad".

Hoy día Internet, las redes sociales, el Wi-Fi y los teléfonos celulares nos dan la ilusión de estar cada vez más conectados, cuando en realidad, nunca estuvimos tan enajenados. Cuando el teléfono fijo se masificó, la gente se felicitó por estar más comunicada, pero no más conectada; ahora que se masificó el chat, ¿Cómo podemos estarlo si nó solo no estamos en presencia del otro, sino que ni siquiera escuchamos su voz?

El vivir nuestro contacto con los demás a través de estas redes infrareales, no constituye solamente la apertura a influencias psíquicas perniciosas, sino que en sí mismo tienden a la atomización de la persona en distintos "perfiles", gajos de sí mismo distribuidos en distintos momentos para distintas personas. A diferencia del tener distintas "máscaras" o "filtros" según el ambiente social en que nos encontremos, estos "perfiles" realmente son entidades separadas y podemos ser uno en una red y otro en otra, y no ya dos aspectos de la misma persona.

Otro claro signo de la cualidad disolvente de la red, es el enajenamiento que se ve en la población que utiliza el transporte público: cada cual en su "mundo privado", ajeno a lo que pasa a su alrededor, pero atento a lo que pasa en ese mundo virtual que llamamos Internet.

Debemos hacer notar por último, que Internet responde a un caracter netamente democrático e igualitario, donde todos tienen el mismo poder de acción y de acceso (limitándose solamente por la habilidad y el interés de cada uno en "dar forma" a este "caós digital"), lo cual corresponde bien a las tendencias subversivas y disolventes que lo utilizan como puerta de entrada. Pero debemos preguntarnos, ¿No ha servido Internet, acaso, como medio de difusión y quizás principal plataforma de contacto para aquellos que aspiran a formar una Elite Intelectual y salvar lo que pueda ser salvado antes de la disolución final? "Quizás" es la respuesta más apropiada, pues si bien ha servido de plataforma propagadora de las ideas tradicionales, nunca se había visto tanta división y personalismo en el campo del pensamiento tradicional, así como a diversas falsificaciones de la Tradición, bien por "falsos instructores" bien por "chatrias desviados".

Bendiciones en Cristo y María,
Senko

No hay comentarios:

Publicar un comentario